Así comenzó El Nacional a injuriarme y calumniarme

E n el año 1968, recién graduado de Médico Cirujano, ingresé por Concurso de Creden ciales, a realizar el Internado Rotatorio, durante dos años en el Hospital José María Vargas, situado en la parroquia San José en la ciudad de Caracas. En el año 1970, luego de haber ganado por concurso de credenciales, inicié durante tres años el posgrado universitario de la UCV en cirugía general. En el año 1973, luego de ganar por concurso de credenciales, inicie el posgrado universitario de la UCV de Neurocirugía durante cinco años, bajo la tutela del pionero de la Neurocirugía en Venezuela, el doctor Alberto Martínez Coll, con quien trabajé durante 25 años en el Instituto Diagnóstico en San Bernardino, así que me enorgullezco de decir que mi formación profesional es nacional, venezolana. A base de experiencia y esfuerzos, que me llevaron a escalar posiciones en la jerarquía hospitalaria, fundé con otros colegas el servicio de Neurocirugía del Hospital Jesús Yerena de Lídice, en Caracas, del cual yo era el jefe de servicio en el año 1991, cuando fui objeto de un insólito y grosero ensañamiento por parte del diario El Nacional.El 4 de marzo de 1991, El Na cional inició la campaña de desprestigio personal y profesional en mi contra, al publicar el primer reportaje de los cinco que se realizaron, el cual ocupaba la totalidad de la portada del Cuerpo C de dicho periódico, titulado en grandes letras MORIR EN MANOS DEL NEUROCIRUJANO ADOLFREDO PULIDO MORA, acompañado de u na gran caricatura que ocupaba un cuarto de página, la cual me caracterizaba, en bata de médico y con un bisturí sangrante en mi mano derecha. En dicho reportaje, la periodista Hercilia Garnica narraba la supuesta manera en que yo había matado a cinco pacientes en el Hospital de Lídice, dando el nombre y números de cédula e historia clínica de cada paciente, manifestando que dicha información había sido suministrada por los neurocirujanos Santos Erminy Capriles, Marco A.González Berty, Luis Beltrán Bellorín, Leonardo Moschini Picazo y los neurólogos Aquiles Alcalá Brazón y Ana Cruz Márquez Bolívar.Ese día tenía previsto ope rar de un tumor cerebral a un paciente en el Hospital de Clínicas Caracas. Cuando llego, dispuesto a operar, el hijo del paciente me llama y me dice: Doctor, ¿usted no es ese que aparece hoy en el diario El Nacional?. Le respondí afirmativamente. El joven me dijo: Mire, yo creo que usted debe de estar muy nervioso y perturbado por esa situación tan desagradable, así que le...

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