Ni se compra ni se vende

Lejos de intentar crear un clima de paz y tranquilidad, el régimen de Maduro in siste en el espinoso camino de la confrontación, expresada en la brutal persecución e intimidación que se realiza en contra de los medios, un ejemplo, el periódico 2001, al que por cumplir con su deber de informar se le ha abierto un procedimiento dirigido por la misma fiscal general, una amenaza que ahora se extiende a otros medios como El Universal y El Nacional que, según Nicolás Maduro, estarían implicados en la guerra económica para justificar el precio del dólar fantasma; en el acoso a los diputados de la oposición a quienes se les pretende despojar de la inmunidad inherente a su cargo, que ocupan en representación del pueblo, Juan Carlos Caldera, respetado y apreciado, según palabras de Maduro, y, la diputada Aranguren, del estado Monagas, representativa del número 99; y, en el acorralamiento de que son víctimas los gobernadores de las fuerzas democráticas, Capriles, sentenciado por el envalentonado teniente Cabello, quien ha también decidido arbitraria e ilegalmente suspender el derecho de palabra de decenas de miles de electores representados por Julio Borges y Nora Bracho, y Falcón, quien tenía que retractarse en menos de 24 horas, según pedido de Maduro, grosero ultimátum exprés.La intimidación en prácti ca por el régimen bolivariano ataca directamente a todos los venezolanos que resultamos objeto de abominables medidas de control: entrega de divisas en forma de dádiva, inspecciones intimidatorias en fábricas y sitios de trabajo, dificultades para la obtención de documentos, férreo control de precios y sanciones por acaparamiento y especulación, entre muchos otras, innecesarias todas, pero útiles, según ellos, para acorralarnos y mostrar que el poder rojo no cede ante encuestas ni derrotas.Para afinar la persecución y el dominio, los revolucionarios, ignorando deliberadamente la ley de 2003, promulgada por su eterno Chávez, preparan una ley habilitante que poco tiene que ver con la lucha contra la corrupción que los venezolanos exigen ahora más que nunca. El régimen prepara a la medida de la oposición un conjunto de le yes para afianzar su dominio.El ataque a la corrupción que anuncia el régimen excluye actos que evidentemente constituyen delitos graves contra la cosa pública y la moral, cuya interpretación fiel pondría a más de uno vinculado al régimen...

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