La depresión posvacacional tiene remedio

Luego de unas gratas vacaciones, lo que uno espera es regresar con ánimo y vitalidad a la jornada laboral. Sin embargo, ése no siempre es el caso. Si en lugar de tener las energías cargadas, siente cansancio, aburrimiento y un poco de ansiedad, puede estar padeciendo lo que coloquialmente llaman depresión posvacacional. No se preocupe, no es tan gra ve como suena. De hecho, ni siquiera es un síndrome. María Daniela Guglielmin, psicólogo clínico, explica que no se considera una condición clínica, pues la manera de tomar la reintegración al trabajo depende de cada individuo y de las características del empleo. En el Manual Diagnóstico y Esta dístico de Trastornos Mentales DSM IV, usado por psicólogos para diagnósticos, podrá conseguir una clasificación de los tipos de depresión. La posvacacional no se encuentra. Aun así hay personas a quie nes, después de conocer lugares y situaciones nuevas, les resulta un poco difícil ajustarse a la rutina. Cuando dejo de estar desconectada de la monotonía, viene la depresión, asegura María Betancourt, una viajera que ha sentido los síntomas al regresar a su puesto de trabajo como directora editorial de la revista digital Guayoyo en Letras. Ella afirma que de por sí vivir en una ciudad como Caracas es motivo de estrés, y a eso se le añade el regreso a las obligaciones y la exigencia de cumplir un horario. Al principio puede que el ritmo de trabajo sea más lento y la calidad no sea óptima, afirma Guglielmin. Indica que las personas pueden sentirse cansadas, mostrarse irritables o incluso presentar gripe, dolor de cabeza o molestias físicas en general. Hay variables que pueden definir el malestar. Iván Freitas, psicólogo y psicoanalista, dice que quienes poseen más responsabilidades laborales suelen ser más susceptibles. Las características del trabajo y la inconformidad con la remuneración económica o con los compañeros son otros factores que se pueden considerar. Guglielmin asegura que de eso depende la determinación del tiempo durante el cual el individuo pueda estar deprimido. Lo normal es de uno a tres meses. No siempre es igual porque no todas las personas tienen las mismas características. Hay quienes poseen familia fuera de la ciudad en la que trabajan y se sienten solos al volver, lo que aumenta el malestar, precisa. Hay diversas formas de manejar la situación y librarse de ella con éxito. Desconéctese durante el viaje. Con frecuencia, las personas pasan sus vacaciones pensando en lo que les espera...

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