Al Gato le restan seis vidas ***

A las 11:00 de la noche del viernes llegó el primer mensaje de alerta. ¡Los verdes se quieren meter a los pabellones!, le avisó su hijo a Marisol. En el afán de salir apenas tomó un suéter antes de subir al carro y atravesar la ciudad, desde Petare hacia El Paraíso. El celular no paraba de sonar y desde afuera le decían que la Guardia Nacional había armado las barricadas para que los familiares no se acercaran a la cárcel de La Planta.Tal vez sólo era el frío, pero Marisol sintió que la noche se le fue y nunca paró de temblar.No tuvo sueño, ni hambre. Sólo podía pensar en todas las cosas que pasarían si de verdad la guardia entraba al penal. Esta mujer también fue testigo y parte de cómo el grupo de esposas y madres creció con el paso de las horas.Las primeras noches de vigi lia acampó a cielo abierto. No eran más de 50 las mujeres que se instalaron en las adyacencias del penal. Cuando el confl icto se agudizó hubo más de 700. Marisol convirtió su carro en casa, guarida y clóset durante una semana.La primera mañana las sor prendió a ella y a su nuera desprovistas de las cosas básicas.Al levantarse se acercaron a la panadería a comprar desayuno, un par de cepillos y crema dental. Circunstancias de la vida la llevaron a ser una más de las que visita presos en La Planta, pero esa manera de hablar, pausada, sin groserías y utilizando correctamente cada palabra, denota que Marisol no es igual a las demás.*** Ender pagó con la vida su atrevimiento. La madrugada del sábado 21 de abril, cuando mató a su novia María Teresa Colmenares en el área de Los Talleres, desencadenó la crisis que, más temprano que tarde, se veía venir dentro de La Planta. Ella recibió un tiro en la cabeza, pero a él, por violar un código de los reclusos de proteger a la visita, lo sacaron picado en pedazos.Fue la excusa que necesitaba la Guardia Nacional para una eventual toma.El lunes siguiente, desde el despacho del Ministerio de Servicios Penitenciarios se giró la orden. En La Planta se acabaron las visitas y quedaron prohibidas de por vida las pernoctas.Fueron seis días de tensión, y para el séptimo las cartas estaban echadas: el sábado tumbaron la señal de los teléfonos celulares, el domingo se armaron las barricadas de la Guardia Nacional y la madrugada del lunes sonaron los primeros disparos.La Planta reeditaba para los caraqueños el confl icto penitenciario del Rodeo I y II, ocurrido entre junio y julio de 2011.*** Alexander, el hijo de Marisol, es población y no...

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