Golpe a golpe.

AutorVillasmil B., Ricardo
CargoGolpes de estado en Venezuela - Relaciones civicomilitares y oposicion a gobierno del presidente Hugo Chavez

"Los países no se ponen en forma para la democracia, sino a través de la democracia" Amartya Sen

Resumen

Después de casi cuarenta años de continuidad democrática, Venezuela, la democracia más antigua de latinoamérica, fue objeto de tres intentos de golpe de Estado en poco más de 10 años. El primero de ellos, el 4 de febrero de 1992, no obstante haber fracasado en el logro de su objetivo militar, alcanzó su objetivo político seis años más tarde con la elección del Comandante Hugo Chávez, uno de los líderes de la intentona golpista, como Presidente de la República. A tan sólo un año de su período de seis años, el 11 de Abril de 2002, Chávez mismo es sacado momentáneamente del poder por un golpe de Estado estimulado por un importante fracción de la población venezolana. El hecho de que una gran parte de la población haya apoyado uno u otro golpe lleva a muchos a cuestionar el apego democrático de la población venezolana. Ciertamente, el sistema democrático no ha cumplido con las expectativas planteadas en materia de desarrollo económico en la región, hecho que se refleja en una caída importante del apego por la democracia en las encuestas. En este trabajo evaluamos las circunstancias que rodearon los golpes de Estado y en particular el más reciente y argumentamos que lejos de significar la preferencia de la población por un régimen de corte autoritario, los golpes de Estado en Venezuela pueden entenderse, siguiendo el "modelo moderador" de Alfred Stepan, como intervenciones puntuales de las Fuerzas Armadas para "destrancar" el juego democrático en momentos de crisis política. Siguiendo este modelo y en virtud de las profundas divisiones en el mundo civil y en el mundo militar, resulta difícil ser optimistas en cuanto a la recuperación de la gobernabilidad en Venezuela en el corto plazo.

Palabras claves: autoritarismo, democracia, relaciones cívico-militares, modelo moderador.

Abstract

After almost forty years of uninterrupted democracy Venezuela, the oldest democracy in Latin America, has suffered three coup attempts in the last ten years. The first one, on February 4th 1992, while failing to achieve its military objective captured the political one six years later through the democratic process when one of the coup leaders, Commander Hugo Chávez, was elected as President of Venezuela. In the second year of his six-year term, Chávez himself is briefly overthrown in a coup that supported by an important number of venezuelans. The fact that a significant portion of venezuelans supported one or the other coup can be interpreted as an indication of the wavering support for democracy in the country. Recent polls certainly show low levels of support as well as a worrisome fall in recent years, an indication that democracy has not lived to the expectations in terms of its effect on econemic development in the region. In this paper we analyze the events that surrounded the April 11th coup and argue that far from indicating a preference for autocratic regimes, coup attempts in Venezuela can be understood, following Alfred Stepan's "moderator model", as the outcome of the prerogative of the armed forces to intervene at times of institutional deadlock or political crisis. Following this model, and considering the significant divisions in both civil and military sectors, it is hard to be optimistic regarding governance in Venezuela in the short run.

Keywords: authoritarism, democracy, civic-military relations, moderator model.

Résumé

Apres presque quarante ans de continuité démocratique, le Vénézuéla, la plus ancienne démocratie de l'Amérique Latine, a été objet de trois tentatives de coups d'État dans peu plus de 10 ans. Le premier d'eux, le 4 de février de 1992, même s'il a raté dans le accomplissement de son but militaire, il a atteint le but politique six ans plus tard avec l'élection du "Comandante" Hugo Chávez, ceci l'un des chefs du putsch, comme Président de la République. À seulement un ah de leur période de six ans, le 11 d'avril de 2002, Chávez a été écarté du pouvoir momentanément par un coup d'État stimulé par une fraction importante de la population Vénézuélienne. Le fait de ce que la mayorité de la population ale supporté un de deux coups d'Etats nous améne à questionner l'affection démocratique de la population vénézuélienne. Certainement, le systeme démocratique n'a pas accompli les attentes esquissées en matière du développement économique dans la région, fait qu'on peut voir dans une chute considerable des affections pour la démocratie dans les sondages. Dans ce travail nous évaluons les circonstances qui ont entouré les coups d'État et particulièrement le dernier et nous proposons que, loin de signifier la préférence de la population pour un régime de court autoritaire, les coups au Vénézuéla peuvent se comprendre, selon le "modèle modérateur" d'Alfred Stepan, comme d'interventions ponctuelles des forces armées pour "débloquer" le jeu démocratique dans moments de crise politique. En suivant ce modèlo et en raison des divisions profondes dans le monde civil et dans le monde militaire, il est difficile d'être optimiste à sujet de la récupération de la gouvernance en Vénézuéla dans le court terme.

Mots clés: autoritarisme, démocratie, rapports civique-militaires, modéle modérateur

El 4 de Febrero de 1992 un gran número de los venezolanos interpreta el intento de golpe de esa madrugada como una acción legítima en presencia de una democracia profundamente excluyente, corrompida e inoperante. Apenas diez años más tarde, saturados de un proyecto autoritario y ajeno a sus aspiraciones, un número también importante de venezolanos estimula y celebra otra asonada militar.

A simple vista luce posible afirmar que los grupos que apoyaron una y otra insurrección son en gran medida, aunque no del todo, excluyentes y personifican en conjunto a la mayoría de la población venezolana. Partiendo de este supuesto podría afirmarse que el venezolano común no concibe a la democracia como un principio sagrado o inviolable, sino como un atributo social dentro de un vector de atributos sociales interdependientes cuyo valor el individuo busca maximizar. Como resultado del proceso de maximización, la democracia sería sacrificada si en su interacción con el resto de los atributos sociales su presencia reduce el valor agregado del vector, si se...

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