Más de 81 horas de secuestro en Tocuyito

El secuestro de 55 personas en La Mínima de la cárcel de Tocuyito, que comenzó desde el pasado viernes aproximadamente a las 11:00 am, se mantiene. Los pranes que lideran la acción solicitaban una reunión con la ministra de Servicio Penitenciario, Iris Varela, que arribó al reclusorio carabobeño cerca de las 10:30 am. Varela recorrió diversas áreas y pabellones del área de La Máxima, pero hasta las 4:00 pm no había entrado en La Mínima, donde estaban los rehenes. En las inmediaciones del lugar, los familiares trataron de llamar su atención cuando alrededor de las 12:35 pm salió a una de las áreas abiertas para declarar a VTV. "¡Queremos dialogar con la ministra! , gritaban los parientes. Uno de los efectivos militares caminó hacia donde estaba Varela para llevar el mensaje de los familiares y de otros reclusos que presentan diversos problemas procesales o de salud. Regresó y dijo que la funcionaria luego se acercaría a conversar. Debido a la preocupación por sus hijos, hermanas o esposas, los parientes aguantaron sol, calor y estuvieron de pie por más de 7 horas, a la espera de que algún vocero trajera noticias.

Cuando la ministra Varela llegó, una comisión encabezada por los diputados del PSUV en la Asamblea Nacional por Carabobo, José Ávila y Asdrúbal Colina, se acercó a las puertas del penal para hablar con los familiares. "Nosotros venimos aquí a ofrecerles a estos compañeros que entreguen las armas, que entreguen a las personas que están allí, y aprovechamos que está la ministra para, de una vez, entrar a hablar con ellos", dijo el diputado Ávila. Alrededor de las 6:00 pm, los pranes que lideran el secuestro decidieron liberar a uno de los rehenes con un pliego de peticiones para la ministra Varela. Se trata de Humberto Ramírez, director de la Orquesta Sinfónica del penal.

Angustia. Desde muy temprano en la mañana, los familiares comenzaron a llegar a las puertas de Tocuyito. Algunos habían permanecido hasta el domingo a las 10:00 pm. Al pasar las horas, sus rostros mostraban cansancio y preocupación. Conversaban que no entendían cómo si estaba esa situación tan delicada en La Mínima, Varela no hubiese llegado hasta ese reclusorio para las negociaciones. Rosa Colmenárez, madre de un custodio, venía desde Guanare, estado Portuguesa. A pesar de estar recientemente operada de la columna vertebral, se mantuvo de pie por largas horas a la espera de la liberación: "Me he comunicado con él en dos oportunidades y me dijo que no me preocupe...

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