El largo adiós

Cuando me dispuse a escribir estas líneas pensé titularlas Novela negra, en alusión a esta realidad atroz que podría ser mal sueño de un Dios que ronca una fúnebre y olímpica borrachera; pero en vista del obstinado encore con que el oficialismo pretende, ¡una vez más!, distraer nuestra atención de los problemas que nos acoquinan y a su menguado entender no existen, dándole largas a la sepultura del megalómano al que, no por superstición, sino porque las brujas sí vuelan se les ve, a horcajadas en sus escobas, revoloteando, aves de mal agüero, sobre la sede del CNE, preferimos no mencionar, hemos usurpado un clásico del género, The long good bye Raymond Chandler, 1953, enfocado en los muchos rostros que el celuloide puso al investigador privado Philip Marlowe desde el del inevitable Humphrey Bogart hasta el del insuperable Robert Mitchum, pasando entre otros por los de Elliott Gould y James Caan, acaso como metáfora del postulado gatopardiano que propone cambiar para que todo permanezca igual. En ello estamos: intentado variaciones sobre el ominoso circo montado por la internacional populista a fin de rendirle pleitesía a un gobernante fantasma extraviado en el tiempo. De modo que, cambiando de registro y no de tema, continuamos revistando nuestro acontecer cual si se tratase de una novela de intriga o una película de suspenso. O, ¿por qué no?, una conjunción de ambas.Tuve noticias del éxito de crí tica y ventas de Tren nocturno a Lisboa 2004 por una reseña que captó mi interés, pues quien la redactó consideró sufi ciente que la acción se desarrollase en la «Ciudad Blanca» y su autor, el fi lósofo suizo Peter Bieri, se hubiese escudado tras un seudónimo, Pascal Mercier por el que se le conoce, para referirse al best seller como «novela del desasosiego», vinculándola a la más conocida de las obras de Fernando Pessoa, Livro do desassossego , que el gran poeta lusitano rubricó con el nombre de uno de sus heterónimos, Bernardo Soares. No encontré el libro tampoco lo busqué afanosamente y no pude juzgar si la alusión a Pessoa era pertinente o no, y pospuse su lectura para el después será o el nunca jamás de las asignaturas pendientes; sin embargo, hace unas cuantas noches, gracias a la convergencia de zapping e insomnio, di con una versión cinematográfi ca de 2013, dirigida por el danés Bille August, realizador cuya trayectoria Oscar a la Mejor Película en Lengua Extranjera por Pelle el conquis tador 1987, cinta que también mereció la Palma de...

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