Con su música a otra parte

Alejandro Rossi, escritor multinacional y cosmopolita mexicano, italiano, venezolano en unas páginas que titula Minucias, incluidas en el Manual del distraído 1978, se refiere a la obra de José Clemente Orozco en términos ambiguos; dice conocerla mal y parece apreciar su escritura Una prosa articulada y transparente, estupenda cuando enjuicia y cuando injuria más que sus pinturas. Celebra el apodo la pianola que el nativo de Zapotlán Un pueblo que de tan grande nos lo hicieron Ciudad Guzmán, escribió Juan José Arreola le endilgó a Diego Rivera y comenta: La pianola no se cansa de tocar, puede hacerlo día y noche, acepta cualquier rollo que le pongan, tanto en la pintura misma impresionista, cubista, figurativa cuanto en lo ideológico. La pianola sugiere automatismo interpretativo; es, si acaso, una simulación del arte o el simulacro de un recital.Pensé mucho en esa Minu cias al contemplar una muy difundida fotografía de Gustavo Dudamel a quien bien le vendría poner los ojos en el espejo de Furtwängler en compañía de Frank Ghery y el señor Maduro. Nada tengo contra el arquitecto del Guggenheim de Bilbao, pero sospecho que quienes lo contrataron lo hicieron para darse bomba con la reputación del diseñador y no porque las exigencias edilicias del país requieran de un piano mecánico. Con el entusiasmo del Mephisto de Barquisimeto el producto más acabado hasta ahora del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela, según El País pareciera que cuajará en la capital larense lo que Oscar Tenreiro, con sobrada razón, juzga una enorme impertinencia, producto, paradójicamente, de un provincialismo de rockolas en el que abunda la parejería.En el proyectado Centro Nacional de Acción Social por la Música que ojalá no termine como el Teresa Carreño subyace un desprecio mayúsculo por el talento nacional, el mismo que ha puesto en manos de los cubanos buena parte del aparato administrativo del país. ¿Por qué afi rmamos esto? Porque no contentos con encargar el diseño de ese complejo cultural al arquitecto canadiense, se ha comisionado al inglés Richard Rogers, padre del Centro Pompidou, el desarrollo de los nuevos estadios de fútbol y beisbol de Caracas. Ambos recintos ya se construyen en los espacios de lo que será el Parque Hugo Chávez, en un área de 250 hectáreas. Son 2 astros internacionales, quién lo duda, ambos honrados con el Premio Pritzker considerado el Nobel de la...

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