Los padres de la ficción tienen nuevas caras

En una sociedad matriarcal como la venezolana, el reto que representa escribir un papel de padre para una telenovela es inmenso. Algunos dramaturgos como Mónica Montañés no dudan en plasmar a un sinvergüenza. Otros, como Iris Dubs, autora de Dulce amargo , creen en la posibilidad de enseñar la paternidad responsable a través de personajes que los representen justamente.Montañés señala que se ha to mado como una misión de vida tratar el tema de la paternidad irresponsable, que considera como un problema de salud pública; sin embargo, en sus novelas también ha tenido padres buenos. En mis producciones he tenido personajes muy fuertes, como el que interpretó Carlos Mata en Voltea pa’ que te enamores o el que hizo Raúl Amundaray en ¿Vieja yo? , con los que he tratado de equili brar la presencia de las mujeres con estos troncos de padres.Carlos Pérez, autor de De to das maneras Rosa , afirma que el protagonista tiene que ser un buen padre y que eso es un mandato dictado por las mujeres, el segmento de la población que más consume telenovelas.Hay una fuerza motriz de la mujer, que es la que impone el acomodo del mundo y el de los hombres. ¿De qué manera se expresa el hombre? Si me lo preguntan en público, no respondo, pero el hombre es un subalterno.Iris Dubs asegura que el ma yor reto de plasmar un padre en sus novelas es vencer el estereotipo del hombre mujeriego arraigado en la sociedad.Incluso cuando se tratan temas de hijos abandonados trato de enmarcar el reclamo desde el respeto, agrega.El escritor de Nacer contigo , José Simón Escalona, piensa que para crear un padre hay que idealizar la figura porque la telenovela tiene la obligación comunicacional de mostrar personajes heroicos. El poder lo ostentan los hombres, pero no el poder afectivo, de orientación moral, de apoyo solidario a los hijos; ese lo tiene la mujer.Siempre es complejo crear esos personajes paternos porque hay que salirse de la realidad del mundo en el que se escribe.Martin Hahn, creador de La viuda joven , indica que hay un nuevo tipo de papá que se impone en la televisión y que está ganando espacios: el genuinamente bueno. Un padre ejemplar es uno responsable, que provee no sólo lo material sino seguridad, amor, compasión, educación. Y una cualidad muy importante es que no importa perder esa característica del macho vernáculo para convertirse en un ser más sensible, añade.Los nuevos. Atrás quedaron los tiempos en los que Raúl Amundaray o José Bardina representaban la...

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