He vivido un calvario frente a la indolencia oficial

A más de cinco años de que el gobierno le expropió el terreno donde tenía el estacionamiento y el autolavado con el cual mantenía a su familia, Calógero Alotto todavía está a la espera de que el Ejecutivo le pague la indemnización correspondiente. El 15 de diciembre de 2010 en la noche fue expulsado de su propiedad, localizada en la esquina de Candilito en el centro de Caracas, por un grupo de milicianos con armas largas.El desalojo del terreno fue totalmente fuera de la ley de afectación de bienes de utilidad pública porque el decreto 6981, que ordenaba la expropiación de los inmuebles, salió publicado en Gaceta Oficial el 6 de enero de 2011, recordó el propietario que forma parte de 1.200 dueños de estacionamientos, talleres mecánicos, autolavados y otros comercios de las parroquias de Santa Rosalía, Santa Teresa y Altagracia afectados por la estatización.Alotto destacó que no le que dó nada del negocio, pues la maquinaria, las estructuras de hierro y otras bienhechurías se las llevó la empresa constructora del edificio de la Misión Vivienda de 12 pisos que hoy ocupa lo que fue su propiedad.He vivido un calvario frente a la indolencia oficial desde que me expropiaron, dijo.Además de los organismos del Estado, ha llevado su caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que le contestó el 28 de febrero de 2012, dos meses después de enviar la comunicación, y al papa Francisco el 16 de agosto de 2013 que le respondió con palabras de aliento el 17 de septiembre del mismo año.El largo periplo. Una vez publi cado el decreto 6981, Alotto fue a la Procuraduría General de la República a suscribir un acta amigable para recibir la...

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