1-S: civismo masivo derrota barbarie oficial

En este memorable 1º de septiembre la esperanza superó la angustia, como dijera Pedro Alberto, de 78 años de edad, que se desplazaba en una silla de ruedas con la ayuda de una de sus hijas. Pedro le cuenta al corresponsal del diario La Razón de España que es diabético y el año pasado le amputaron una pierna: La falta de medicinas es un suplicio. Yo necesito insulina y me cuesta mucho conseguirla.Nunca en el país tuvimos una situación tan terrible, y me siento obligado a hacer lo que esté a mi alcance por un mejor futuro para mis nietos. A las razones dadas por Pedro para protestar contra el régimen de Maduro se unieron más de 1 millón de voces que gritaban por las calles de Caracas: Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer.Y justamente La Razón añade que un millón de voces contra Maduro fue tendencia mundial en Twitter. Contra las mentiras y represión oficiales, la prensa internacional resalta el civismo de la multitud que, sin miedo a la violencia del régimen, a túneles cerrados, carreteras cortadas, redadas en hoteles, autobuses atacados a pedradas y a tiros, manifestantes reprimidos con gases lacrimógenos y perdigones como narra el corresponsal de El Mundo de España, Daniel Lozano, llenó masivamente las calles de Caracas para pedir el revocatorio de Maduro este año y no el que viene, como quiere el gobierno para eternizarse en el poder. Con título de Cientos de miles de opositores desafían a Maduro en las calles.El chavismo cerca Caracas pero los opositores llenan las calles, Lozano subraya que la jornada del 1-S no solo se va a medir por su dimensión y por lo que significa en la cruzada contra la todopoderosa revolución bolivariana, sino también por las miles de pequeñas historias, épicas todas ellas, que ninguno de sus protagonistas olvidará jamás: como Mery Da Costa, con 99 años, que salió a protestar en Caurimare.O Valentina, 21 años, estudiante de Marketing, que echó a correr junto con sus amigas al bajar del autobús que les había trasladado hasta un punto en el tuvieron que caminar varios kilómetros para llegar a Caracas: La guardia trancó la carretera, nos tocó correr y saltar ... ¡No, no tuvimos miedo! Llegamos a Caracas!. Narra también Lozano la odisea de los indígenas de Amazonas, que recorrieron 700 km con el Sebin en sus talones: Ellos se quieren mantener en el poder a toda costa dice el diputado indígena Guzamana despojado inconstitucionalmente por el tsj chavista de su curul, quieren sacarnos de la AN, pero no lo...

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