1001 discos

Signada por la suficiencia, deviene insuficiente. La música es sufi ciente para la vida, pero toda una vida es insuficiente para la música, aclara Rachmaninov. El péndulo que estas dos instancias exige, resultan repetido afecto cuando recorremos el guarismo que pareciera ajustado para el dominio de la actividad, pero que la obra entiende aproximación, entrada magnífica, para legos y cultivados, sobre lo que significa degustar los 1001 dis cos de música clásica que hay que escuchar antes de morir Grijalbo, 2008. Obra colectiva, la dirigirá Matthew Rye y la versionará al español Luis Suñén, forma parte de una colección de libros de referencia que, bajo el motivador y alertador título, se ha ocupado de otras actividades, como el cine o la literatura. Pensada para el público atento, no deja de tener utilidad para el conocedor, al que informa sobre grabaciones estelares, muchas de ellas del tiempo más reciente. La pretensión comprometida por el título obliga a revisar el decurso de la creación musical de toda época y a recorrer las márgenes de la historia de las grabaciones de discos clásicos, de las que, además de indicar críticamente la seleccionada en cada ficha, se anotan otras producciones. El lujo de las imágenes contribuye no poco a fortalecer el encanto del libro, pues permite que los sonidos puedan también proponer rostros, dibujos y colores que hacen prosperar el musicalismo del compendio y que permiten soñar con la música cuando aún no ha sonado la primera nota. El repertorio hace el intento de seleccionar las mejores firmas en el arte de la composición y en el de la interpretación. El intento se logra muy cabalmente y ello no obsta para que echemos de menos algunos nombres de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR