Seis refugios se alzaron para reclamar viviendas prometidas

El rostro de Dariany Nadales estuvo enrojecido durante horas. Ayer, mientras reposaba en su coche, en la conocida calle de los hoteles, entre la avenida Casanova, fue golpeada por un agente de la Policía Nacional.

"Nos paramos en la calle para apoyar a los compañeros. Sin embargo, así como está, inmóvil, así, el policía me dijo: `Quita tu mierda del camino que está estorbando'. Pero al reclamarle, él nos empujó y golpeó en la cara a la niña", relató su madre, Wilmar Olivary, que tiene cuatro meses de embarazo.

Nadales, de 6 años de edad, con 18 discapacidades y síndrome de Down, quedó atrapada en la protesta de los damnificados. Llegaba con su mamá de una consulta en el hospital cuando Olivary se detuvo frente a su refugio, el hotel Gabial, para reclamar por la falta de viviendas. "Yo no podía dejar de manifestar mi sentir, pues necesito que mi hija tenga una casa. Son muchos sus requerimientos, incluyendo una operación que cuesta 32.000 bolívares", explicó la mujer.

La protesta comenzó en el hotel Gabial, al final de la calle de los hoteles, y salpicó otros cinco refugios cercanos. "Salimos a manifestar de forma pacífica por la falta de viviendas.

Quizás, trancar cuatro accesos de la avenida no fue adecuado, pero quisimos hacernos sentir. Se nos unieron, enseguida, los compañeros del hotel El Término. Vendrían, luego, los damnificados del Josca, Berna y Yare, e, incluso, algunos de otros hoteles", relató Naileth Lucena, albergada en Josca.

Las solicitudes de los damnificados se referían a adjudicación de viviendas, mejoras en las condiciones de los albergues y atención a las personas enfermas o discapacitadas.

Llevan 10 meses alojados en los hoteles, aunque el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, prometió reubicarlos a mediados de año en otros refugios.

"Prometieron dar prioridad a las familias con personas discapacitadas. Sin embargo, tampoco han cumplido con su palabra. La respuesta ha sido reprimirnos", indicó Lesbia Maurera, damnificada del hotel Gabial.

La manifestación fue dispersada por la Policía Nacional.

Los damnificados acusan a los agentes de arremeter contra mujeres embarazadas, niños, ancianos y personas con discapacidad. "A mí un policía me estaba golpeando. Mi esposo salió a defenderme y varios funcionarios le cayeron a patadas, le dieron golpes en la cabeza con las cachas de las pistolas", contó Iris Puro.

Guillermo Gómez, esposo de Puro, fue detenido y trasladado a la sede de la PN, en la avenida Sucre de Catia, donde...

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