Jóvenes reflexionan sobre el país en la oscuridad de un subterráneo

"Por su seguridad, no cruce la línea amarilla hasta que el tren se detenga y abra sus puertas". Esa es la advertencia que escucha un usuario del Metro de Caracas cuando las luces que se asoman en la oscuridad anuncian la llegada del próximo tren. Lo que sigue es desorden, calor y lentitud. Esta es una de las percepciones que los integrantes del primer taller de montaje dictado por Tumbarrancho Teatro quisieron representar en Un metro de separación.

El que vende chocolates a precio de promoción, la enamoradiza, la estudiante con morral y paraguas que no puede subir al tren, la malandra en busca de trabajo y la que regresa a casa con el mercado en mano son algunos de los personajes que se pasean por un escenario desnudo, ocupado solamente por sillas. Imágenes proyectadas del Metro de Caracas y música en vivo completan el ambiente.

"La idea es hablar sobre las cosas que suceden en nuestro país y que nos afectan a todos, tanto de lo bueno como de lo malo. Esta es una visión un tanto pesimista porque es nuestra realidad, pero también tratamos de dar el mensaje positivo de que...

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