Ídolos

Cuando aparezcan estas líneas, otra será la palabra fetiche de la semana. Porque a ese ritmo desaparece y con tal rapidez es olvidada esta mercancía, único bien, al parecer, del que no anda escaso Venezuela. Para muestra un botón: en las últimas cuatro semanas es decir, desde que el CNE declarara vencedor al perdedor los asuntos de irrefragable urgencia e impostergable atención han sido, en este orden: la violencia de soldados y hordas motorizadas de malandros contra manifestantes pacíficos, la auditoría cohonestada por Unasur y birlada por la junta cívico-militar que en la sombra gobierna hoy Venezuela, la impugnación prometida por la MUD para un futuro que a saber si cuando llegue ni la actual farsa de instituciones democráticas quede en pie y, por tanto, tampoco quede cosa alguna que impugnar, la golpiza a diputados de la oposición en sede parlamentaria, bajo la mirada lacia y sonrisa lobuna del presidente de la Asamblea. Como puede verse, a palabra fetiche por semana.La de esta, mediado el mes de mayo, es escasez. Quien no co nozca Venezuela sino de oídas y leídas, por lo que divulgan los medios de comunicación, pensará que el problema de la escasez acaba de presentarse en este país. Hasta es posible que suponga que ha sido generado por la ineptitud del gobierno que ha sucedido al del finado comandante. ¿Cómo explicar a personas racionales, ajenas a las logomaquias locales, que escasez hay en Venezuela desde hace años, que se manifiesta intermitentemente y con mayor o menor intensidad sobre todo desde 2008, y que lo que sucede es que el gobierno ha decidido que ahora sí conviene mencionarla públicamente? Habría que decir, por ejemplo, que es problema viejo, que...

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