Dolarización

La pérdida de valor de la moneda nacional o, lo que es lo mismo, la inflación ha conducido a los venezolanos y a los factores económicos a procurar contar con la menor cantidad posible de bolívares fuertes. No porque quieran ser pobres, sino porque prefieren que la mucha o poca riqueza que posean no pierda su valor.Por ello, tan pronto como pueden convierten sus bolívares en harina de maíz, azúcar, queso, licores, carros, inmuebles u obras de arte, convencidos de que cualquiera de esos bienes mantendrá un mayor valor que sus billetes o depósitos bancarios.A tal actitud los economistas la llaman falta de demanda de dinero. Se entiende que no es falta de demanda de cualquier moneda, sino de esta moneda específica, la que intenta glorificar el nombre del Libertador Simón Bolívar. Porque, como contraparte de la debilidad de la demanda de moneda nacional, la demanda de las monedas convertibles crece desmesuradamente. En nuestro caso, particularmente la demanda del dólar norteamericano: la divisa del imperio.Esto ha ocurrido anteriormen te en América Latina, en especial durante la llamada década perdida de los años ochenta. Condujo a innumerables devaluaciones y cambios de moneda equivalentes al paso del bolívar tradicional al bolívar fuerte insuficientes, en casi todos los casos, para detener el alza acelerada de los precios y el rechazo a la moneda nacional.Recuerdo, por ejemplo, haber visto cómo en Río de Janeiro y Buenos Aires buhoneros vendían como simple papel los billetes de denominaciones anteriores austral, cruzado, etcétera.La desesperación ante la falta de demanda por la moneda nacional llegó a tales extremos que a principios de la década de los noventa muchos economistas plantearon eliminarlas y utilizar como moneda el dólar norteamericano.A esto se le llamó la dolarización de las economías. En algunos casos se trataba de sincerar una situación de hecho, pues en realidad el dólar se había convertido en la medida de valor. En otros, de una política extrema para detener la inflación, a pesar de los costos sociales y de soberanía que implicaba.Hay dos ejemplos emblemáti cos. En Argentina se fijó la moneda de manera supuestamente irreversible al dólar norteamericano hasta que a principios de este siglo no se pudo mantener tal paridad, lo cual provocó una crisis social y política de grandes dimensiones. En Ecuador, se eliminó la moneda nacional, el sucre, a la cual ni siquiera el autodenominado gobierno nacionalista de Correa ha querido...

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