La obra de las hermanas Gramcko fuera del olvido

Déjame con los pájaros. Soy una flor delimitada y triste. Arráncame los pétalos y el tallo y la fragancia, y líbrame. Los versos de Ida Gramcko, la poeta, ensayista, dramaturga y reportera de El Nacional en los años cincuenta, se acompañarán de las pinturas y esculturas de su hermana, Elsa Gramcko, como parte del homenaje, titulado A orillas del origen, que la Asociación Cultural Humboltd realiza a estas dos venezolanas de origen alemán con ocasión de su 65 aniversario.Este año se cumplen dos décadas de la desaparición física de ambas. En 1994 se fueron de este mundo con tan solo dos meses de diferencia y la única constante hasta el momento ha sido el olvido de dos premios nacionales, de Literatura en el caso de Ida y de Escultura en el de Elsa.Es la primera vez que se les rinde un reconocimiento a sus prolíficas carreras en conjunto. Sus padres pertenecen a la ola de inmigrantes alemanes que llegaron a Puerto Cabello en los años veinte y tras su mudanza a Caracas, en 1939, las Gramcko iniciaron una obra que dejaría huella en el arte venezolano. Su casa de Los Rosales --frecuentada por intelectuales y artistas como Alejandro Otero, Oswaldo Trejo e Elizabeth Schön-acogió a un grupo de personajes, que sin manifiesto ni estructura como los del Techo de la Ballena, formaron pa r te de la va ng...

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