Taller literario

He seguido con atención tus últimos ejercicios narrativos y, si me lo permites, quisiera hacerte algunos comentarios. Déjame comenzar diciendo que has elegido un género muy difícil. La llamada novela negra es una disciplina muy exigente. Hay quien, ingenuamente, piensa que lo único que hace falta para armar un relato policial es un buen crimen. No es cierto. No es tan sencillo. Contar un crimen también es un arte.Raymond Chandler es un ícono fundacional de la larga tradición de la literatura que mezcla enigmas y delitos. Inventó a Philip Marlowe, uno de los duros más exitosos de la ficción norteamericana. Chandler también fue guionista en Hollywood y era conocido, además, por su mala leche y su alcoholismo. En 1949, trató de darle forma a su experiencia y redactó unas breves reflexiones sobre la escritura de novelas de misterio. Ya que andamos en esto, Nico, quizás convenga revisar los consejos de un maestro.Lo primero que recomienda Chan dler es proponer situaciones creíbles, tanto en la situación inicial como en el desenlace. Asegura que hay que presentar acciones plausibles, de gente plausible, en circunstancias plausibles. Es un punto aparentemente muy sencillo pero pertinente. Lo digo pensando en tu última entrega, en el relato que nos ofreciste esta semana. He regresado varias veces a tu evidencia esencial: el testimonio de Edwin Torres. Me temo que resulta débil, poco creíble. El escolta parece referirse a la propuesta de homicidio como si lo hubieran invitado a ver un juego de beisbol. Y, luego, su confesión del crimen se reduce a una fórmula peculiar: Con la insistencia, caí en la tentación. Después de escucharlo, no se multiplican las certezas sino las dudas.Tampoco es muy plausible tu explicación de los he chos. Sobran asesinos. Ninguno, además, parece ac tuar con la experticia de un profesional. Hay demasiada gente entrando y saliendo delante de las cámaras, como si el lugar del crimen fuera una pasarela. Todo el argumento de la banda de paracos, convenientemente coordinados por alguien apodado el Colombiano, pagados desde el exterior por los enemigos de la patria tampoco resulta...

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