Martinica Un suspiro francés en el Caribe

L as guayabas se acumulan a la orilla de la carretera y el mar es una estampa indeleble que sigue a sus visitan tes. Da gusto caminar en sandalias por sus aceras, mientras se repite bonjour o bonsoir a sus transeún tes. Martinica llama y sus playas también.Fort-de-France es la capital. Su to pografía es muy variada: se pasa de una zona llana frente al mar a una zona muy montañosa en el interior.Es el quinto puerto por volumen de contenedores de Francia. Desde la capital se gestiona el puerto, el aeropuerto, la Marina Pointe du Bout, la estación marítima entre las islas y el terminal de crucero.El Fuerte de San Luis, que data del siglo XVII, se erige como muralla entre el mar y la tierra. Sorprende de las zonas más cercanas el Parque de la Savane, espacio en donde años atrás, los gobernantes de turno hablaban con los locales. Hoy se considera como el pulmón de la capital. En sus espacios se encuentra la estatua sin cabeza de María Josefi na Rosa Tascher de La Pagerie, que más tarde se convertiría en la emperatriz Josefi na, esposa de Napoleón. Los martiniqueños desaparecieron la cabeza de la soberana, cuando se percataron de que su familia favorecía la esclavitud. Destaca, además, la biblioteca Schoelcher con sus suelos ajedrezados y su cúpula construida para la Exposi ción Universal de París de 1889, para ser desmantelada después y transportada hasta Martinica. En la misma zona, y a unos pasos del antiguo Palacio de Justicia, se halla la plaza Monseñor Romero, en la que se erige la catedral de San Luis, construida en el año 1895.El mercado de la zona es un neu rálgico espacio donde se funden sabores, colores y aromas. Entre la muchedumbre que se amontona, se distinguen los textiles de Madrás, traídos en algún momento a la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR