La escritura que va creciendo en los bordes o un brindis que salta y salta

Como si fuera un la: Hoy el lector llega al quiosco con el cerebro en pantuflas, todavía sacudiéndose las lagañas sin sospechar esta sorpresa: encontrará un llamado en primera plana que lo mandará a esta página. Aquí celebramos los 45 años de María Fernanda Palacios como profesora en la Escuela de Letras en la UCV.

Poniendo a sonar la cuerda: Tú sabes que yo no tengo obra sino clase. Esto se lo oí una vez, hace mucho, como de refilón, en el pasillo de Ingeniería. Seguro era un viernes por la tarde y veníamos de tropezamos en otras búsquedas que van codo a codo con las literarias me refiero al cine. Ya me había despedido y esa sentencia en tono cálido me caló en el oído y no me soltó por varios días. Ahí estaba, con una extraña reverberación. Tú sabes que yo no tengo obra sino clase.No tener obra sino clase, no tener obra sino clase, me re petía, sin notar que en esta frase está cifrada una finta y una impecable coartada.Clase y obra, obra y clase, forman parte de una misma continuidad, algo así como una modulación en las corrientes del decir que va moviéndose entre lo dicho y el inquieto reposo de la página, sus infinitas enmiendas.Sus clases son un ensayo que va volviéndose poema o cuento, de pronto una pequeña pieza teatral, todo según el ánimo, el clima, el día, la situación, ¡y los autores! El decir y el pensar guiados por la emoción, aun en los regaños y los frenazos, los tanteos y los estímulos. Sí, sus papeles y cuadernos de clase son al go más que borrones; encrucijadas visuales, collages, dibujos mentales, rutas el guión que empujará una súbita coreografía oral. No lo pienso yo nada más: los pro gramas de sus cursos cuar tillas intempestivas, llenas de guiños y jugosas rutas de indagación pueden leerse como la insinuación de un libro pensado para prolongarse en la vida de quienes hemos sido sus estudiantes y además hemos contado con su insólita gracia, su atenta generosidad. Quien aquí no encuentre ejecutada en el sentido musical una teoría de las influencias, de veras, no sé dónde más podrá hacerlo.Interregno, perdón, tierra de nadie: Me dio por...

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