¿Qué hay? ¡No hay!

La escasez rampante y creciente, y los precios de hiperinflación de lo que a duras penas se podría conseguir, lo que hace que esos pocos productos sean muy difíciles o imposibles de adquirir, lleva a la gran mayoría de la población a preguntarse: ¿y qué hay? Por contrapartida, también la otra expresión no hay es de lo que más se escucha en esta Venezuela de mengua extrema. No hay tal o cual alimento básico, no hay casi ninguna medicina de necesidad convencional, no hay repuestos para prácticamente nada, no hay efectivo en los bancos, casi no hay unidades de transporte público. En fin, el no hay es lo característico de la catástrofe que padece Venezuela.De hecho, el no hay es el reflejo de la propia catástrofe.En pocas palabras, a la inte rrogante ¿qué hay? se les responde con la afirmación del no hay. Así de sencillo.Lógica matemática. Dos más dos son cuatro...Hace varias décadas, un jefe del Estado, al posesionarse del cargo, señaló que administraría la abundancia con criterio de escasez. Si lo hizo o hizo lo contrario es otro tema. Pero lo cierto de todo es que Venezuela era un país de abundancia.Y a pesar de los largos años de crisis que vinieron después, el país siguió siendo uno de abundancia, a pesar de los pesares.Cuando el señor Chávez em pezó su primer gobierno, y aunque los precios internacionales del petróleo incluso los de Venezuela se ubicaban en siete dólares por barril, en el...

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