9:43 pm: cal y arena del desabastecimiento

Martes 21, 9:43 pm.Mi esposa y yo salimos de casa y tres cuadras más adelante pasamos, como cada día, frente al Mercal de Pampatar. Hay gente. Cerca de 50 personas haciendo guardia en la puerta. De madrugada pasamos de nuevo, a eso de las 12:30 am, y el grupo debe llegar al centenar. Cuando a las 6:30 am iba rumbo a mi escuela de cocina el alba margariteña arropaba una cantidad verdaderamente impresionante de gente. La escena la vi repetirse tres veces la semana siguiente, y cada día la fila de durmientes callejeros comenzaba más temprano. Nunca supe qué esperaban, qué vendían, cuántos serían los beneficiarios de esa lotería indigna.En un país rentista monoproductor, donde el Estado es el dueño de casi todo el dinero de la nación, creo que es lógico que existan formas de distribución de esa renta mediante subsidios, tanto para quienes poseen cierta holgura económica como para quienes pasan trabajo para llegar a fin de mes. Mercados de Alimentos, C. A. conocido como Mercal nació con un primer establecimiento en Caricuao, Caracas, en 2003, como una estrategia para evitar que la distribución de alimentos fuese usada como arma política por grupos contrarios al gobierno, y con el tiempo se convirtió en una gigantesca red de casi 20.000 puntos de venta, que vende alimentos a la población a precios subsidiados.Hasta hace poco vi con muy buenos ojos el concepto de Mercal y hasta acepté el, no sin intención, piquete de precio justo con que se mercadea ese subsidio. El tema es que antes no se hacía fila en Mercal. La gente iba a comprar algunos productos a excelente precio y lo que no se distribuía en la red se conseguía en cualquier supermercado. Con lo que se vendía en Mercal una familia se alimentaba, y en todo caso lo que había en los supermercados podía considerarse un antojo. Ahora quien hace la fila lo hace no para lograr un mejor precio sino para ver si a sus manos cae lo que desapareció de los anaqueles. Tantos en los de Mercal como en los de cualquier supermercado. Mal puede llamarse precio justo al precio de algo por lo que hubo que dormir doce horas a la intemperie. Las filas de Mercal son las mismas que las de un supermercado privado, porque en ambas están buscando los mismos productos.Honestamente no creo que la gente haga esas filas por pasividad ni que se trate de un maquiavélico plan orquesta do desde el poder para someter la voluntad de borregos, ambos argumentos de la oposición. Tampoco creo que se trate de una guerra económica de...

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