Acatar o no acatar, una opción moral

¿Puede ser la crisis institucional mecanismo de acción permanente de gobierno? Por supuesto, nadie en su sano juicio incluiría esta alternativa desesperada en su menú de opciones para enfrentar una crisis económica como la que actualmente acorrala al país.Sin embargo, este es el camino que ha resuelto emprender Nicolás Maduro, no para superar ese desafío material, sino para eludir como sea la pavorosa realidad política después de haber recibido en las urnas del 6-D el rechazo descomunal de los venezolanos a su gestión presidencial. Ese es el sentido real de la negativa a que sus ministros comparecieran ante la Asamblea Nacional y dieran cuenta exacta y pública de la catástrofe.Se trata, sin duda, de una de claración de guerra a la Asamblea tras el alto al fuego pasajero que hace una semana le devolvió su legalidad. Ocurrencia aquella que no respondía a un cambio real de rumbo, sino a la necesidad de darle a Maduro la oportunidad de cumplir su obligación constitucional de rendir sus cuentas, personalmente, y en la Asamblea. Durante 17 años, el régimen, en nombre de un supuesto estado de justicia había venido desmontando exitosamente el estado de derecho en Venezuela. Con el sobresalto del 6-D se pensaba que aunque fuera a regañadientes, el régimen se vería obligado a revisar su actitud autocrática. Al menos esa fue la impresión que dejó Maduro en la Asamblea el pasado 15 de enero. Superado ese escollo puntual, vuelve ahora a sus andanzas de siempre y pone finalmente en evidencia lo que en verdad tenemos entre manos, un régimen de facto, basado en la fuerza y no en la ley, como señalaba Ramón Piñango en un tweet publicado la mañana del viernes.Ante este último y crucial in cidente quedan en claro, por una parte, la decisión del Alto Mando Cívico-Militar de la Revolución de obstruir, de manera sistemática e implacable, el trabajo de la nueva y ahora por fin autónoma y no subor dinada Asamblea Nacional.Por la otra, que la posibilidad de lograr a partir de la victoria electoral del 6-D un cambio substancial del rumbo político y económico del régimen sólo era un sueño. Para devolverle a Venezuela la racionalidad perdida...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR