Adiós a una era

Comenzó otra película. No importa lo que ocurra en las próximas elecciones presidenciales, con la muerte de Hugo Chávez ha terminado un ciclo. Agotador, crispado, vivido tormentosamente en el filo de la navaja, dominado por la omnipresencia de una energía psíquica desmesurada. Pero terminó y ahora comienza uno nuevo, cuyo rostro, por los momentos, es imposible de avistar.Las brumas que lo envuelven son su signo más visible.No decimos, por supuesto, que haya terminado el chavismo como fenómeno político.El chavismo será un componente y un actor fundamental en el futuro inmediato de Venezuela. Y en el mediato. Pero el chavismo, no hay que olvidarlo, no tuvo su origen en el trabajo colectivo de construcción de un partido político, en el sentido moderno del término. Tampoco es el resultado de la filiación originaria a una determinada doctrina, tendencia o teoría política. Al marxismo, la socialdemocracia, la democracia cristiana, por ejemplo.El chavismo, y por eso su nombre, es el resultado de un proceso de entusiasmo y emocionalidad aluvional acumulada alrededor de una sola y única persona que condensaba, a la manera de un traje prêt-à porter, todas las esperanzas, las definiciones, las tácticas y estrategias, los principios y valores y, por supuesto, las decisiones de un proyecto que terminó convertido en un complejo y poderoso aparato político concebido para promover una revolución mundial.Pero esa única persona, por uno de esos azares de la historia, ahora está muerta. Irónicamente, no murió víctima del atentado que tantas veces se anunció oficialmente que sus enemigos venían preparando. El magnicidio, lo llamaron. Tampoco ocurrió a manos de una invasión militar del imperio. Una enfermedad común lo sacó del juego y ahora, por más esfuerzos retóricos que se haga para mantenerle con vida ¡Chávez vive!, es la consigna ya no está. Ya no tiene la palabra final.Por eso el futuro del chavis mo, su continuidad en el tiempo preservando la cohesión interna de las tendencias y liderazgos medios que lo constituyen porque alto solo hay uno, insustituible dependerá de las interpretaciones que se hagan de lo que sus seguidores han denominado el legado de su líder. De ahora en adelante Chávez será la Biblia y el chavismo un...

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