Aforismos II

El placer de abominar de los colegas, por suerte, no es privativo de los que viven de la política o la farándula. Precisamente ahora que se juntan falsos políticos y famosillos de latón, reunidos por la magia ni negra ni blanca, sino verde oliva tirando a dólar del socialismo del siglo XXI, en una Venezuela que sigue siendo el patio de monipodio con el que Chávez y tantos otros militares soñaron, hay que recordar que el insulto y la invectiva también pueden ser escuela de inteligencia y humor. Y en algún superlativo caso, también de ironía, ese alcohol glorioso dice Arcadi Espada que permite ver doble: lo que es y lo que no es. No vaya a ser que a punta de malos ejemplos, y buscando en el pacifismo y la beatería refugio y consuelo ante tanto imitador barato del machismo homofóbico de los compañeritos cubanos, los venezolanos olviden que la invectiva bien calibrada no sólo es una humanísima válvula de escape, sino que sirve para detectar a esas dos clases de individuos tan nocivos para la sana convivencia: al cenizo fatuo y pagado de su persona, y al mediocre acomplejado.Desde el archicitado exabrup to de Nietzsche sobre Dante Alighieri la hiena que versifica entre las tumbas, lo que sobra entre escritores son muestras de invectiva inteligente. Para tomar nota.Estoy leyendo a Henry James, y me siento como si me hubieran sumergido en ámbar.Virginia Woolf Admirar a Poe es indicio...

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