El afro de la Esperanza

Hará unos quince años que un amigo me sentó en el comedor de su casa y me puso un dis co de Milton Nascimento, el primero que escuché seriamente. El disco tenía una canción famosa, titulada Don Quixote, llena de breves florituras de piano en acordes menores marcadas por la mano derecha de Herbie Hancock. Me gustó, aunque no me dejé embobinar enseguida por el rollo zen-ecológico-amoroso de sus letras, que me hizo relegar el álbum al zafacón de los propósitos ingenuos, como el discurso de esos artesanos de bulevar que llaman princesita, princesita a las chicas de buen ver. Hoy reconozco que el falsete de Milton Nascimento y la arquitectura armónica sobre las que apoya sus sencillas melodías le dan escalofríos a cualquiera. Además, por alguna extraña ra zón Âmisticismo de dos lochas inducido por el mercadeo orientalista de nuestros tiempos, búsqueda tardía de consuelo, yo qué sé he terminando apreciando mucho las líricas del músico brasileño. El 10 diciembre de 2009 el presi dente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió el premio Nobel de la Paz. Su discurso de aceptación Âen un contexto caracterizado por la presencia de tropas en Irak y Afganistán, por un estamento militar que no le profesaba respeto y por una oposición civil creciente justificó la violencia necesaria administrada por Estados Unidos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y reconoció el progreso que han significado las campañas no violentas de Mahatma Gandhi, Martin Luther King o Nelson Mandela: La no violencia ... quizá no sea práctica o posible en todas las circunstancias, pero el amor que predicaron, su fe en el progreso humano, siempre debe ser la estrella que nos guíe en nuestra travesía. La artista invitada para redon dear las aristas de un discurso que, de un párrafo a otro, alternaba voluntad de no-agresión y estrés postraumático fue Esperanza Spalding, una jovencísima bajista y cantante mestiza madre de origen hispano, aborigen y galés; padre afroamericano que creció en un barrio pobre de Portland, Oregon y que, después de estudiar en la prestigiosa escuela de jazz Berklee de...

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