Gobierno agravó crisis eléctrica con medidas de la emergencia

Un grupo de expertos en materia eléctrica advierte que no sólo hay retraso en el plan de inversiones en generación, transmisión y distribución, sino que también las medidas que adoptó el Gobierno en 2010 -como parte del decreto de emergencia- agravaron la situación del sector al punto de que alertan que hoy es más vulnerable que hace un año. Las críticas parten de las obras hechas para las plantas de Tacoa y Zulia, las cuales -a criterio de este grupo de expertos- fueron sobrecargadas en su operación y se les ha postergado el mantenimiento. También señalan decisiones desacertadas como la compra de plantas de generación distribuida y las barcazas como las que se instalaron en el lago de Maracaibo o las que están en la bahía de Tacoa, en el estado Vargas. A este contexto añaden las complicaciones institucionales que han marcado al sector eléctrico desde 2007, cuando fue estatizado, con la centralización de todas las empresas en la Corporación Eléctrica Nacional, proceso que no se ha completado y la creación del Ministerio de Energía Eléctrica a finales de 2009. "Las soluciones que buscaron fueron inconvenientes y lo que se ha hecho es comprar problemas e incurrir en fallas graves como la falta de mantenimiento en las plantas", dice el ingeniero Miguel Lara, ex director de la antigua Oficina de Operación de Sistemas Interconectados, llamada actualmente Centro Nacional de Despacho, que funge como la dependencia encargada de la supervisión y control de la actividad eléctrica Otra crítica hecha es la compra de plantas pequeñas como Picure, que forma parte del complejo de Tacoa, o Josefa Camejo en Falcón, que fueron adquiridas apresuradamente y sin los estudios sobre su ubicación. "La acumulación de errores hicieron del sistema eléctrico una colcha de retazos y eso hará complicado lograr su estabilidad", afirma Víctor Poleo, ex viceministro del área eléctrica.

Fallas en contratos Las denuncias también indican que las compras de equipos o instalaciones se hicieron sin revisar la oferta que hay el mercado, y en la mayoría de los casos el Gobierno pagó un sobreprecio debido a que fue la condición que fijaron los contratistas para poderlas entregar el año pasado. "Había la necesidad de tener los equipos en el país lo más rápido posible, por eso se declaró la emergencia para facilitar las compras sin licitación, pero varios de los equipos que se adquirieron son inadecuados, de dudosa procedencia y altamente costosos", señala el ingeniero José Manuel...

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