Ahorradores compulsivos

Cuando el ministro Jorge Giordani presentó su memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional, reconoció que la inflación es un fenómeno complejo y aunque no ahondó en las soluciones, la familia venezolana está obligada a encontrarlas. Valorar cada bolívar gastado, volverse un ahorrador compulsivo y, ante todo, jamás abandonar la calculadora son quizás las únicas recetas. Johan Pullas Guillén se dedi ca a dictar talleres sobre cómo las personas pueden mejorar su relación con el dinero. La primera recomendación que hace suena simple, pero no es tan fácil de implementar: recortar los gastos innecesarios. Muchas veces la gente no se da cuenta de en qué gasta el dinero y desperdicia mucho en comida, cuando ese no es sólo el gasto más grande de toda familia sino el más importante, aclara el administrador comercial. No tiene problemas en reve lar que cuando sale a comer en la calle, busca opciones en donde pueda economizar: No se trata de salir con la mentalidad de ser pichirre, pero no siempre es necesario comprar dos raciones iguales. Cuando salgo con mi esposa pedimos un sándwich y una ensalada, en algunos locales los tamaños son lo suficientemente grande, para que ambos podamos repartirnos la comida, quedar satisfechos y disfrutar de un buen plato sin gastar en exceso. Compartir es la palabra cla ve para ahorrarse unos cuántos bolívares: las posibilidades son múltiples y van desde decidirse por comidas en las que las raciones no están definidas como las pizzas y las paellas, hasta aprovechar los combos familiares que ofrecen algunas cadenas de comida rápida, en los que se incluyen varias piezas de pollo, y las presentaciones más grandes de las ensaladas y los refrescos. Barato no siempre. El econo mista Ronald Balza considera que a veces se necesitan medidas más drásticas, pero igual de funcionales. Si se tiene que dejar de ir a los restaurantes para pagarle la universidad a los hijos, entonces hay que hacerlo, expone el profesor de Microeconomía. Protegerse de la aceleración de los precios radica en la calidad del gasto. Ambos expertos en finanzas coinciden, de hecho, en que lo primero que tiene que evaluar una familia es cuáles son sus gastos primordiales, cuáles son los pagos que no puede evitar y más importante aun, cuál es el presupuesto mensual con el que cuenta para asumirlos. Para afrontar la inflación es necesario preguntarse primero cómo se pueden cubrir los gastos mensuales sin riesgo y luego, emplear con cuidado el crédito. Si se va a...

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