ALBERTO CAMUS, el hombre que quiso creer

Si Albert Camus no hubiese fallecido en el absurdo ac cidente de carretera aquel 4 de enero de 1960 en Villeblevin, se hubiese bautizado. Camus fue, ante todo, duda, contradicción, a veces ateo en indagación de Dios. Asistía a la iglesia reformista de Mumma para escuchar al organista Marcel Dupré, aunque acabó trabando amistad y diálogos con el Reverendo. Camus afirma en "El existencialista hastiado": "la razón por la cual yo estoy viniendo a la iglesia es porque estoy buscando". "Soy un hombre exhausto y desilusionado; es imposi ble vivir sin sentido, pero frente a la desesperación, he encontrado motivos para tener esperanza. Por encima de todo valoro la vida. Me encuentro en algo que es casi como un peregrinaje; buscando algo que llene el vacío que siento y que nadie más conoce. Desde que estoy viniendo a la iglesia, he estado pensando mucho sobre la idea de una trascendencia, algo totalmente distinto de este mundo". Refiriéndose al bautismo, Camus dice: "Howard...

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