Simón Alberto Consalvi, estadista galleguiano

Simón Alberto Consalvi desde que lo conocí en la cárcel en 1951 me pareció siempre un hombre significativamente importante, como importantes son aquellos libros que después de uno leerlos nos hacen sentir cualitativamente diferentes. Había nacido un lustro antes que yo, pero ya era una cantera de sabiduría, de riqueza moral y de disposición a entregar la vida para devolver a la sociedad infinitamente más de lo que de ella había recibido.Era un gran lector y, más que un lector, un serio estudioso de lo mucho que leía. Estaría destinado en los próximos lustros de su vida a ser uno de los más prestigiosos intelectuales y políticos de Venezuela y a contribuir decisivamente a una obra cultural sin la cual sería incompleto el progreso material alcanzado por el país en la era democrática, y perecerían las libertades ante el furor destructivo de la barbarie oclocrática desatada desde comienzos de este siglo.En el acto inaugural de su man dato presidencial iniciado a comienzos de 1948, Rómulo Gallegos, al referirse a la calidad del progreso económico y a los frutos que debían cosecharse de la siembra del petróleo emprendida a partir de la Revolución de Octubre de 1945 bajo la presidencia revolucionaria de Rómulo Betancourt, expresó: La prosperidad económica de que así han venido disfrutando las grandes masas no sería aprovechada integralmente si no sirviera de base para la intensificación...

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