Alianza necesaria

Desde los inicios de su profesionalización, el ballet venezolano se in clinó por las expresiones más contemporáneas de esta manifestación. La ausencia de una sólida y tradicional escuela clásica, la necesidad de conexión con las tendencias mundiales de la danza escénica y hasta el temperamento del bailarín nacional pueden argumentarse como razones que explican esta realidad. El neoclásico ha sido el estilo que ha orientado las acciones creativas del ballet en el país, algunas de las cuales se han convertido en auténticos referentes en el ámbito latinoamericano y también mundial. La reciente temporada conjunta del Ballet Teresa Carreño y el Ballet Nuevo Mundo confirma una vez más las posibilidades y los alcances de la concepción neoclásica en el ámbito nacional. No es la prime ra vez que se concreta esta cooperación: ya a principios de los años ochenta ambas mancomunaron objetivos e intereses. La reedición de esta experiencia que une a una compañía estatal con otra privada, pero de interés público, se da en un momento coyuntural para la danza nacional. El resultado de esta alianza es afortunado por lo que tiene de solidaridad y esfuerzo común y por el respaldo a ambas instituciones, y al ballet, en general, que ha significado. En la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño se vieron intérpretes consagrados, junto con una nueva generación de bailarines que ya han asumido el relevo. También una muestra de la nueva coreografía latinoamericana que va emergiendo conforme a las oportunidades que recibe. El Ballet Teresa Carreño presentó Waraira repano, de Mariela Delgado, una exaltación colectiva a Caracas y su montaña emblema, además de su caos y su violencia. El muy conocido...

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