Amigos terroristas

Ya no es posible ocultar en España el escándalo de la profunda complicidad del Gobierno de Venezuela con la organización ETA. Ayer un juez español dio luz verde para que se procese a varios miembros de la banda terrorista, y entre ellos sobresale nada menos que Arturo Cubillas, mano derecha del vicepresidente Elías Jaua cuando éste manejaba el Instituto Nacional de Tierras. De manera que en la Asamblea Nacional debería abrirse un debate para determinar hasta dónde el régimen chavista mantiene relaciones que contravienen los tratados que la república ha firmado contra este flagelo del terrorismo.

El Gobierno no puede jugar en dos campos al mismo tiempo: por un lado exige que se le entregue al terrorista Posada Carriles, y por el otro protege a un explosivista relacionado con ETA que, en el aeropuerto de Madrid, mató a dos ecuatorianos que estaban en el estacionamiento de esa terminal aérea. Por cierto, el gritón de Rafael Correa, presidente de Ecuador, jamás ha levantado su voz para reclamarle firmemente a ETA ese asesinato de dos de sus conciudadanos.

Ahora el régimen chavista está sentado en el banquillo en Madrid, porque el juez Eloy Velasco, de la Audiencia Nacional de España, no es un súbdito de Luisa Estella Morales ni fue nombrado al amparo de una alcahueta ley habilitante. De manera que Venezuela tendrá que afrontar una dura prueba si quiere defender a sus amiguitos terroristas.

La excusa de que Arturo Cubillas no es extraditable porque se casó con una venezolana no resiste la menor argumentación. Si así fuera, entonces hacia Venezuela migrarían los miembros de...

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