El amor electoral

  1. Antes, no hace mucho, solía decirse, ante alguna decisión equivocada, que se había tomado con el corazón, víscera no apta para pensar, proclive a dejarse conducir por las emociones, hábito éste que, en la cosmovisión machista, era, sobre todo, un rasgo femenino. Las decisiones debían ser, así pues, frías, emanadas del cerebro, asiento de la capacidad para pensar. Sin embargo, el avance en las neurociencias nos sorprende, recientemente, con la hipótesis de que las emociones influyen de manera significativa en las decisiones de la gente y que hay pocos aspectos en donde se note más esto que en los eventos electorales Hemos topado, así pues, con la neuropolítica. El psicólogo estadounidense Drew Western, en un libro cuyo título lo dice todo El cerebro político. El papel de la emoción al decidir el destino de una nación, y que, según parece, va camino de convertirse en un clásico en la materia, sostiene que la idea de que la mente es una calculadora no expresa de manera precisa el funcionamiento real del cerebro. Cuando los candidatos asumen que los electores toman decisiones desapasionadamente, basándose en el análisis de determinados tópicos, pierden. Los comicios se juegan, señala, en un mercado de emociones, un mercado lleno de valores, imágenes, analogías, convicciones morales y una oratoria vibrante, mientras la lógica juega sólo un papel de apoyo. En otras palabras, la gente no suele votar por programas y la campaña electoral supone, en medida determinante, gestos y sensibilidades a fin de que la alternativa ofrecida pueda ser creíble y, sobre todo, querida. Ya lo dijo el poeta Octavio Paz, poco antes de morir, hace ya alrededor de tres lustros: El pensamiento político de mañana no podrá ignorar ciertas realidades desdeñadas por los pensadores políticos de la modernidad. Hablo del inmenso y poderoso dominio de la afectividad. II. Entre nosotros, la política del Presidente que es candidato para ser presidente una vez más, transcurre a lo largo de un relato ideoló gico que contiene explicaciones y respuestas para casi todo lo que cabe en la vida. Se desliza sobre una propuesta socialista asumida como un sentimiento. Sobre una invocación patriótica en tono épico. Una moral maniquea que separa a buenos y...

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