En Anderson Silva vi a un luchador social

Leer su currículo de trabajo es como acudir a una gala de los Grammy Latinos. Le ha hecho videoclips a Chayanne, Juan Gabriel, Maná, Juanes, Olga Tañón, Carlos Baute, Aventura, Alejandro Fernández, Luis Fonsi, Tego Calderón y Prince Roy. A estas celebridades que acarician tímpanos, Pablo Croce añadió una que hace sangrar narices: el brasileño Anderson Silva, campeón invicto desde 2006 de artes marciales mixtas, el deporte con muy pocos límites que poco a poco ha ido desplazando al boxeo entre las audiencias internacionales de disciplinas de combate.Premiado hace dos años en el festival neoyorquino de Tribeca como Mejor Director Debutante de Documentales, Croce inició con Like Water 2011 su transición de los videoclips al cine. En mis trabajos musicales quizás no viste a un luchador de Ultimate Fighting , pero sí a un esclavo peleando por su vida en Amor, amor , de Roselyn Sánchez. Y también inquietudes sociales, que me apasionan, en Julito Maraña , de Tego Calderón y Julio Voltio. Todo eso está en Anderson Silva: lo que para algunos es un deporte sangriento, para él es su profesión, la manera de proveer sustento a su familia.Es un megaatleta, con esposa y con cinco hijos, que entrena todos los días de 10:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Ese personaje único en el que de inmediato presientes una historia de largometraje, indica el venezolano radicado en Estados Unidos.Unido a Siudy. Croce perma nece un par de meses en Caracas, donde participó en la dirección de los Premios Pepsi...

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