Aníbal Sánchez recorre la senda de Wilson Álvarez

Wilson Álvarez abrió el camino que hoy recorre Aníbal Sánchez, gozoso. Álvarez fue la primera estre lla venezolana del montículo en las grandes ligas y, en consecuencia, el dueño del primer contrato millonario entre los lanzadores de la expedición venezolana, a finales de la década de los 90. El zuliano, que para entonces tenía 27 años de edad, estaba en el mejor momento de su carrera, en la que dos veces había sumado 15 victorias --una marca para criollos, por entonces--, con tres temporadas sobre los 200 innings y un tope personal de 181 ponches. Álvarez llegó a ser una figu ra rotunda en las mayores. Los Gigantes lo adquirieron en la recta final de 1997, convencidos de que sería la diferencia para meterlos en los playoffs, y los por entonces llamados Mantarrayas de Tampa Bay no dudaron en ofrecerle un pacto fabuloso, a fin de tenerlo como el as de la rotación a partir de 1998, la primera zafra de la franquicia. Aquel convenio por 5 cam pañas y un salario acumulado de 35 millones de dólares fue el más rico que hubiera firmado un pitcher zurdo de cualquier nacionalidad para ese instante. Incluso hoy, 14 años después, luce como un estupendo negocio para el marabino, aun comparándolo con el contrato por 5 torneos y 80 millones que Sánchez está por sellar con los Tigres, una vez supere los exámenes médicos de rutina. Álvarez mantuvo su reina do nacional durante un buen tiempo. De...

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