Un año de conflictos constantes tras las rejas

Jaime Leal divide su tiempo entre la mecánica y asesorarse en materia legal y derechos humanos para exigir que el Estado investigue las circunstancias en las que murió su hijo Cleiver de Jesús Lucena, de 22 años de edad, uno de los 50 reclusos de Uribana que fallecieron intoxicados. La familia desconfía de la versión gubernamental sobre los hechos que ocurrieron en ese penal el 24 de noviembre.Quedé en shock cuando vi a mi hijo en la morgue. Tenía moretones en brazos, piernas y cabeza. Si murió intoxicado, ¿por qué estaba golpeado? El gobierno debe darnos respuesta porque estas muertes demuestran que el sistema carcelario es muy deficiente, aseveró.Asegura que desde que entró en vigencia el Nuevo Régimen Penitenciario no permitían llevarle comida a su hijo y las visitas las tenía restringidas a una por mes: Espero que las autoridades refl exionen y no ocurrá otra tragedia como esta.La crisis de intoxicados en Uribana fue un conflicto sin precedentes en la historia penitenciaria del país. Carlos Nieto Palma, coordinador de la ONG Una Ventana a la Libertad, advierte que no ha habido una investigación transparente de este caso, y añade: Hemos visto cómo nada ha mejorado en materia carcelaria y tampoco hay intenciones de cambiar.Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, también tiene sus reservas: Es un plan que vulnera los derechos humanos. Hasta el Comité contra la Tortura hizo un llamado al Estado por hacer...

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