Aquella derrota

Es muy poco posmoderno, pero lo cierto es que aún hay hambre de definiciones y mientras lo que sucede en Venezuela pueda seguir apareciendo, sobre todo ante ojos internacionales, como un típico mal gobierno latinoamericano con mucha plata, corruptísimo y gordinflón, pero con cierta voluntad redistributiva para enfrentar la pobreza, la buena conciencia mundial quedará apaciguada y mirará hacia otros rincones. Mientras tanto, aquí adentro, la cuestión ontológica o la pregunta acerca de qué es esto y hacia dónde va, adquiere una urgencia subrayada por estas elecciones que, además de su importancia intrínseca, podrían ser las últimas en años, o incluso ser las últimas a secas, si se avanza lo suficiente en la instauración de las comunas.Por supuesto, no hay ningu na categoría política que albergue cómodamente esto que vivimos, como puede dolorosamente comprobarlo cualquiera que pretenda explicarlo ante una audiencia incluso bienintencionada. En realidad las etiquetas con las que suelen describirse los regímenes políticos no son terriblemente exactas y cada caso parece único.Habría que aspirar simplemente a encontrar el aire de familia y marcar más bien las diferencias y las metamorfosis. Sobre todo, considerando que lo propio de la experiencia política del siglo XXI es la fetichización de la democracia, lo que exige a las autocracias la habilidad de mimetizarse jugando peligrosamente con los bordes grises de las instituciones democráticas.Hay gente que piensa que la obsesión electoral del chavismo podría ser un ejemplo de ese juego perverso con las formas democráticas, pero creo que por el contrario, las elecciones eran sustantivas, en el sentido de que la legitimidad carismática exigía una prueba constante que los resultados electorales podían proveer. En estos días se cumplieron siete años de la increíble derrota de la propuesta de reforma constitucional y es muy fácil recordar la frustración personal, la herida narcisista y su correlato, la ira incontenible que padeció el fallecido presidente en aquella ocasión.Los objetivos políticos que perseguía esa reforma se cumplieron por otros medios, arteramente, pero estos exigieron a su vez ratificación popular directa o indirecta...

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