De aquí no nos vamos así llevemos tiros, lacrimógenas y pasemos hambre

La avenida Páez de El Paraíso luce distinta. El paso de vehículos está restringido desde que inició el conflicto en el retén de La Planta el viernes 27 de abril. Los dormitorios y baños improvisados en las aceras del sector Puente Hierro y Las Flores forman parte del plan de contingencia de los familiares de los reclusos para permanecer cerca del penal y mantenerse informados de lo que allí ocurre. El hijo de María Rodríguez es tá preso desde hace dos años en La Planta por homicidio. La mujer, de aproximadamente 70 años de edad, no está dispuesta a rendirse. Al igual que otros familiares de los reclusos, ha pernoctado desde hace nueve días y ocho noches en las adyacencias del retén. Su principal objetivo es impedir que su hijo sea trasladado a otro centro penitenciario. De aquí no nos vamos así llevemos tiros, lacrimógenas y pasemos hambre. No queremos que nos masacren a nuestros muchachos y no estamos de acuerdo con los traslados porque no sabemos si cuando los mandan a otras cárceles los maltratan o los reciben de mala manera. Sería difícil tener a mi hijo en una cárcel que esté fuera de Caracas, dijo Rodríguez. Durante el conflicto, cerca de 50 mujeres Âque son madres y esposas de los reos han dormido en una de las aceras del sector Puente Hierro. De cajas de cartón sacaron el material para utilizar lo que en estos días les ha servido de colchón. Se arropan con periódicos y algunos abrigos. Comparten la comida y se las ingenian para hacer sus necesidades. Hasta las 12:00 am tenemos chance de ir al baño de la po llera La Esquina del Pollo, porque de resto, carro y matica. Nosotros nos las ingeniamos. No nos importan los lujos. Lo que queremos es que nuestros familiares estén sanos y salvos, y que no los manden a otras cárceles, señaló la esposa de un preso. Otra de las carencias de los parientes de la población penal de La Planta es que a raíz de los hechos irregulares no han podido visitar a sus fami liares ni establecer ningún tipo de comunicación. No veo a mi esposo desde el 22 de abril, que fue cuando terminó la última pernocta en la cárcel. Luego suspendieron hasta la visita de los miércoles. No sé cómo está porque tiene el celular descargado...

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