Arístides Bastidas: una llama que aún alumbra el camino

Hay personas que parecen construir con sus vidas su mejor obra, un legado que nos recuerde que siempre podemos ser mejores. Arístides Bastidas San Pablo, 1924-Caracas, 1992 es uno de esos personajes ejemplares. Es, como dice su discípula, la periodista Marlene Rizk, una llama que, a 20 años de su muerte, sigue alumbrando. Periodista incisivo, con grandes dotes para la investigación, ganó toda clase de reconocimientos, incluso galardones internacionales como el Premio Kalinga, que otorga la Unesco a divulgadores científicos de talla mundial. Simultáneamente fue dirigente del gremio periodístico, al que legó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, el Instituto de Previsión Social del Periodista así como también el Círculo de Periodismo Científico de Venezuela, institución que con 40 años de vida persiste en el objetivo trazado por Bastidas: agrupar y formar periodistas y divulgadores que democraticen el acceso al conocimiento científico. Infatigable a pesar de las en fermedades que mortificaron su cuerpo durante toda su vida y que lo dejaron ciego, encerrado en una silla de ruedas y prácticamente mudo, Bastidas también creó organizaciones que luchaban por relacionar a las universidades con el sector productivo, y que aspiraban a lograr capacidades tecnológicas que permitieran el desarrollo humano del país. El arte de divulgar. El enano negro, como llamaban sus colegas a este absorto melómano, devorador insaciable de libros, tenía una habilidad especial para llevar al lenguaje del pueblo como lo llamaba los códigos de la información científica. Nadie más ha logrado divulgar la ciencia con la habilidad, el humor, la gracia y el compromiso de Arístides, recuerda su compañera y biógrafa, la escritora y divulgadora Myriam Cupello. Su columna La ciencia amena que se publicó diariamente en El Nacional durante casi 20 años, así como sus 20 libros son el mejor testimonio de este don de la palabra que acompañó siempre al periodista yaracuyano. Fundó una escuela de di vulgación científica que echó raíces en toda Iberoamérica, conjuntamente con el querido periodista científico español Manuel Calvo Hernando, fallecido recientemente. A partir de Arístides, las personas comunes y corrientes tuvieron la oportunidad de conocer, a través de un lenguaje diáfano y sencillo, los avances de la ciencia y la tecnología tanto en el ámbito nacional como internacional. Los periodistas aprendimos de él a transcribir, a interpretar y a escribir, pero también...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR