Arruinados en la abundancia

Después de seis meses intentando diseñar una solución al problema económico y evadien do su responsabilidad por el fracaso de un modelo colapsado, el gobierno aterriza en la inevitabilidad de profundizar el ajuste.Ya decretaron una devaluación mordaz y quizás insuficiente para corregir las distorsiones creadas a lo largo de una década de control de cambios, así como también autorizaron aumentos de precios a una cesta de alimentos; pero ahora vienen más aumentos o ajustes, y entre ellos, un polémico aumento de la gasolina.El gobierno no puede preten der, con el apoyo de su partido, colocar al país frente a un ajuste económico y fiscal sin un cambio en el modelo que nos trajo hasta aquí, en medio de más de una década de bonanza petrolera.Es cierto que el ajuste económi co es inevitable, pero inevitable será también la recurrencia de esta crisis económica sin un modelo de cooperación entre los sectores público y privado; o de continuar la conflictividad política. No pueden seguir la hostilidad contra la inversión privada, la ausencia de garantías a los derechos de propiedad y el intervencionismo exacerbado en la economía; así como tampoco el deterioro progresivo de nuestra industria petrolera y las empresas básicas o las expropiadas bajo este régimen. Tampoco puede profundizarse un modelo de endeudamiento con China que compromete nuestra producción petrolera a futuro por debajo de los precios interna cionales y nos impone comprar bienes y servicios del país prestamista; ni es admisible que se refinancie o reprograme la deuda pública y mucho menos con garantía de las reservas de oro del Banco Central sin definir un plan de inversiones en infraestructura capaz de contribuir a la reactivación económica. Y finalmente, no se puede pedir sacrificios a nuestro pueblo sin revisar los convenios de cooperación petrolera internacional que comprometen cerca de 300.000 barriles diarios de petróleo con Cuba y los países del Caribe o Centroamérica, en una relación donde Venezuela no obtiene resultados o contraprestaciones que justifiquen y hagan sustentable la cooperación, como si ocurría en los tiempos del Acuerdo Petrolero de San José.Es precisamente frente a estos temas donde el gobierno no tiene respuestas, ni ha encontrado consensos sociales mínimos para tener la credibilidad y apoyo que se necesita para unir al país y salir adelante.Para aceptar cualquier progra mación de ajustes es necesaria una rendición de cuentas; y sobre todo...

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