El arte de dinamitar leyendas

Ciertas películas reaparecen con una regularidad obsesiva en los canales de cable. Una de ellas es Cuatro bodas y un funeral. No sé si el productor tiene un amigo entre los programadores, pero debo reconocer que ya casi me la conozco de memoria. Reproduzco sus diálogos como algunos niños murmuran la biblia y advierto con los ojos cerrados el tempo de la historia amorosa que la atraviesa de principio a fin.En Cuatro bodas un funeral, al igual que en Una habitación con vistas y Shakespeare in love, todas británicas y premiadas, aparece un actor secundario muy divertido, Simon Callow. Es el personaje que se muere en medio de una boda, un barbudo que le da sentido al funeral del título.En 1999 este excelente actor bri tánico, publicó una biografía imprescindible sobre Orson Welles: 640 páginas Orson Welles. The Road to Xanadu. Se apartó de lo que otros ya habían escrito sobre el creador de Citizen Kane. Le interesaban los antecedentes familiares y lo que había hecho Welles antes de cumplir 24 años de edad y convertirse en el niño prodigio de Hollywood.Callow advirtió que Welles ha bía narrado de manera distinta su bagaje familiar y su juventud.Se adjudicó una entrevista con Georges Bernard Shaw, en 1929, que nunca tuvo lugar. Y más tarde rememoró un encuentro con Sara Bernhardt que no pudo ocu rrir, porque la actriz francesa estuvo en Nueva York por última vez en 1918, cuando Welles tenía tres años.En entrevistas con André Bazin, y muchos otros críticos serios, Welles difundió que había actuado con Abbey Players, de Irlanda, lo que es descabellado. A partir de este descubrimiento, Callow cuestionó todo lo escrito, verificó cada episodio, reconoció grandes momentos de Welles donde era necesario hacerlo y echó por el piso leyendas que eran inventadas. En tres entrevistas con Clay, Bogdanovich y Tynan, Welles exigió que se le permitiera imaginar, mentir y contradecirse. Y lo dejaron. Callow puso las cosas en orden.Welles era a los 21 años un en cantador de serpientes que no temía utilizar cualquier fuego artificial para sorprender a su audiencia. Era un seductor irremediable. En esa época este artista precoz había filmado un cortometraje, The Hearts of Age, curioso trabajo de 1934, realizado por...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR