Artistas de nueve nacionalidades habitan y se relacionan en La casa

En el Centro Cultural Chacao hay una casa cuyos cimientos son el video, la fotografía y la instalación. No se trata de un refugio improvisado para damnificados como sucedió en el Museo Alejandro Otero ni de la promesa de una vivienda digna un tema en boga para los venezolanos, sino de una exposición. En la muestra La casa participan nueve artistas iberoamericanos con obras desarrolladas in situ, basadas en el binomio entre arte y comunidad. La curaduría de Lorena Gon zález parte de un proyecto presentado hace cuatro años en la Velada de Santa Lucía, la actividad ideada por la crea dora Clemencia Labin en la que los habitantes de la Avenida 2D de Maracaibo prestan sus casas por algunos días a artistas contemporáneos para que desarrollen sus propuestas. En esta ocasión, la casa la le vantaron artistas venezolanos, brasileños, nicaragüenses, colombianos, argentinos, bolivianos, mexicanos, españoles y chilenos. El proyecto de González fue seleccionado en Madrid por la Red Internacional de Agentes Culturales Redesearte Paz, para ser presentado como eje expositivo del seminario En Construcción. Lo interesante de la obra es que se las arregla para asimilar las otras piezas que participaron en el concurso organizado a principios de año por la citada red. La casa es un proyecto flexible en el que pueden entrar miles de cosas; la idea es buscar vínculos y engranajes entre diversos países para establecer poéticas de relación respecto a problemas y conceptos comunes, dice González. La museografía de Pietro Da prano presenta un hogar dividido en segmentos. Tiene un jardín en el que se exhibe el proyecto Semillas de vida del...

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