Alberto Arvelo Verán una película, no una clase de historia

Mañana Simón Bolívar cumpliría 230 años de edad, y los 117 años de historia del cine todavía tienen una deuda con el venezolano más universal. Para una fecha no definida del último semestre de 2013 llegará Libertador del director Alberto Arvelo. La producción internacional, protagonizada por Edgar Ramírez, musicalizada por Gustavo Dudamel y con un presupuesto calculado en más de 50 millones de dólares, cuenta con un guión de Timothy Sexton, el mismo de la adaptación al cine de Hijos de los hombres 2006. En un cuestionario electrónico, el realizador de Tocar y luchar 2006 ofreció pistas sobre su filme más ambicioso.--Sobre Simón Bolívar no se ha hecho aún una película acorde con su estatura como figura histórica. ¿Qué aportará Libertador ? --Siempre he pensado que no basta una película para narrar a Bolívar. Los grandes hombres o los grandes eventos requieren de muchas visiones y revisiones para comprenderlos. Hubo que hacer muchas cintas de la Guerra Civil española para entender la dimensión de lo vivido por el pueblo de ese país en esos años. Habría que hacer muchas películas para abarcar la dimensión de un hombre tan complejo. Es importante que se estén haciendo varios proyectos sobre Bolívar. Deberían hacerse aún más. Cada nueva visión es un aporte necesario. Mi visión es muy personal. Me ha interesado mucho el ser humano, el hombre, el héroe solitario. Creo que estamos muy habituados al mito. Edgar entendió esa búsqueda con gran integridad y con inmenso respeto, se metió en las entrañas del personaje mucho antes de comenzar a rodar.--¿Qué fue lo más complicado de Libertador ? --Saber qué contar y qué dejar por fuera del guión. Fue muy difícil llegar a la distancia necesaria para poder hacer una película coherente, eligiendo los eventos más destacados y más cinematográficos. Queríamos contar todas las cosas sin dejar nada por fuera, pero rápidamente nos dimos cuenta de que era labor imposible. Si intentas contar demasiado terminas por no decir nada. Al fin y al cabo la gente va a ver una película, no a leer una clase de historia.--¿Ya piensa en qué hará después? --Ahora no tengo cabeza para más cosas. Estoy un poco cansado de tanta actividad, y quisiera pensar con calma qué debo y qué quiero hacer. Me anima la idea de volver a dar clases en la Escuela de Cine de Mérida: siento la necesidad de compartir lo que pude aprender en este viaje creativo.Tuve muy...

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