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El asombro y la inocencia volvieron al Salón Elíptico

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Vincent

Voy a preparar una sorpresa para ustedes, promete Peter Mendoza, el historiador y guía del primer grupo de visitantes de la Asamblea Nacional que concurrió el viernes 22 de julio. Desaparece unos segundos detrás de la inmensa puerta de madera labrada del Salón Elíptico y se dirige nuevamente a las 20 personas que lo aguardan expectantes: Listo. Van a entrar al salón y van a caminar por la alfombra roja con cuidado de no tropezar porque estará oscuro.El grupo está integrado por al gunos niños acompañados de sus padres, adultos mayores, pero principalmente por hombres y mujeres menores de 30 años. Todos entran en silencio a un espacio negro, que se siente inmenso y mudo. El guía cierra la puerta por donde entraba un único rayo de luz blanca del exterior y pregunta entusiasta: ¿Están listos?.Sin aguardar la respuesta, el Salón Elíptico de la Asamblea Nacional se llena de tenues y cálidas luces amarillas que van llenándolo todo de color. El silencio y el vacío que momentos antes llenaban el sitio llegan a su fin tras la exclamación colectiva del asombro: ¡Ohhhh!.Ojos muy abiertos recorren el recinto: rostros de presidentes de Venezuela; héroes de la independencia; escudos de oro; sillas de terciopelo rosa estilo Luis XV; pinturas inmensas que recogen escenas de la firma del Acta de la Independencia, de la Batalla de Ayacucho y de la Batalla de Boyacá; el arca que contiene al documento fundacional de la nación con el busto del Libertador sobre ella. Y en el techo, arropándolo todo, el inmenso lienzo de 453 metros cuadrados de la Batalla de Carabobo del pintor venezolano Martín Tovar y Tovar.En el foro político por excelen cia, la política tiene un descanso los lunes, miércoles y viernes cuando se realizan las visitas guiadas dentro de la Asamblea Nacional. Los discursos de los guías son enfocados en la historia, sin matices partidistas.Mendoza explica la razón: No se mezcla la política con el discurso histórico porque muchas veces ocurre que la política y su discurso nos dividen, pero la historia nos une. Aquí lo que buscamos es afianzar que todos somos venezolanos y que la historia que compartimos nos pertenece a todos.El guía asegura que la mayo ría de los visitantes se deja envolver por la imponencia del lugar, prestan atención, hacen preguntas y comentarios interesantes, completamente ale jados de la diatriba partidista.Hay que quitarle las etiquetas a los monumentos históricos.Mucha gente se abstiene de visitar sitios importantes porque...

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