La Atlántida se hunde, haz peso

En 16 años de chavismo se ha constituido un sistema orgánico. Un todo entrelazado en el que se articulan el Estado y el sector privado; se engranan críticos y criticados; gobernantes y opositores; bachaqueros y bachaqueados; policías y ladrones; herejes y creyentes; como si los dioses se hubiesen propuesto enloquecer el país para facilitar su perdición.Antes de seguir, aclaro: no me refiero a supuestos entendimientos por trascorrales para compartir la manguangua o el poder, sino que después de tanto tiempo de despotismo es muy poco lo que queda al margen de su contaminación. El aliento ponzoñoso del poder intoxica y envuelve al que le llega, con escasas excepciones. Un empresario puede tener la posición política que le provoque, pero de algún modo posee zonas de conexión con el sistema del cual forma parte, el epítome de lo cual es la trabazón con la maquinita distribuidora de dólares que el gobierno controla. El tejido que hila el poder atrapa, le guste a usted o no.Ocurre también con figuras opositoras que forman parte de la administración pública, especialmente gobernadores y alcaldes, cuyos recursos ya no se rigen por la ley sino por las maniobras destinadas a condicionar políticamente su uso. Esta restricción no la tienen los parlamentarios, porque no administran salvo que su desatino los lleve a entendimientos non-sanctos.Muchos pueden ser los ejem plos citados para mostrar cómo se ha constituido un...

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