Qué sería del autócrata sin el imperio

Ahora que se prepara para celebrar el 13º aniversario de su llegada a la Presidencia el número es más pavoso que un zaguán empapelado, decía Aquiles Nazoa, ya podría el autócrata ponerse en contacto con Guinness, si es que no lo ha hecho, y solicitar que queden asentados en el Libro de los Récords algunos de sus imbatibles logros: la perorata más larga, el porcentaje más alto de lugares comunes ridiculeces y cursilerías, los embustes de marca mayor, las mentiras más grandes y más repetidas y el mayor número de dignificados sin dignificar, de beneficiados sin beneficiar y de optimizados sin optimizar. No por inconmensurable de be dejarse fuera de los récords la increíble capacidad que tiene el autócrata de fingir lo que no es, incluido el hacerse pasar por comunista sin haberlo sido nunca, al igual que los cubanos Âde Fidel para abajo más especulativos que teóricos y más prácticos que racionalesÂ, que adoptaron lo peor del esquema soviético: servicios de espionaje, aparatos represivos y culto a la personalidad. El autócrata reaccionó violenta mente ante las declaraciones de Obama El Universal 19/11/11 en las que expresaba su confianza en que Venezuela y Estados Unidos pudieran tener una colaboración más estrecha; y no podía hacerlo de otra forma, pues, ¿qué sería de él sin el imperio? Como la mayoría de los héroes...

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