Bajos subsidios afectan vida de 470 pacientes custodiables

En la avenida Francisco Javier Yánez, de San Bernardino, hay una casa que emite voces. Son sonidos que parecieran llegar desde un abismo. Pronunciados a coro por mujeres. Algunos largos y agudos. Otros graves y secos. Surgen desde el alma de 52 pacientes custodiables, quienes, debido a sus respectivos trastornos, dependen de supervisión para vivir y medicación dados por personal especializado como el que ofrece la clínica Cayaurima.El centro de atención, uno de los nueve de su tipo que a escala nacional reciben subsidio del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, es el único que atiende exclusivamente mujeres.Ahí, en sus habitaciones ven tiladas, espaciosas y blancas, viven estas pacientes que padecen trastornos del desarrollo: discapacidad cognitiva, autismo, parálisis cerebral, síndrome de Down o epilepsia, entre otras patologías orgánicas que también desembocan en trastornos de conducta, agresividad o delirios.Evelyn Guevara, psiquiatra y directora médica de la institución, explica que no solo ellos se ven afectados por el bajo subsidio que reciben del IVSS 2.099,26 bolívares al día por paciente, sino que son 470 pacientes en todo el país quienes, por su misma condición, no deben vivir junto a sus familiares, debido al alto riesgo de agresividad que pueden manifestar contra ellos.Es muy difícil la manuten ción de estos pacientes con ese dinero. Además, requieren de una atención especializada, con mucha paciencia y amor.En la clínica trabajan médicos generales, psiquiatras, terapeutas ocupacionales, enfermeras, niñeras, más personal de limpieza y cocina.No es un trabajo fácil, ase gura Guevara, mientras...

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