Las bandas retan al Estado en Guatemala
Es paradójico que el cantautor argentino Facundo Cabral, embajador de la paz de la ONU desde 1994, y quien dedico muchos temas a la vida, cayera asesinado víctima de las metralletas de sicarios en una calle de Guatemala. Su muerte, además de estremecer el continente, dejó en evidencia que la situación de violencia en Centroamérica y en especial de Guatemala ha adquirido carácter estructural.
Fuentes oficiales aseguran que el atentado no iba dirigido contra el artista. El blanco era Hanry Fariña, el empresario que contrató a Cabral y lo llevaba al aeropuerto ese día fatal. Fariña es un personaje que ofrece más preguntas que respuestas por sus vínculos con negocios ilícitos y con el narcotráfico. A una semana del crimen, las circunstancias siguen siendo confusas. El presidente Álvaro Colom afirmó que Cabral fue víctima de los carteles del narcotráfico que operan en el país y utilizan el territorio para el trasiego de drogas hacia México y Estados Unidos.
Para Kevin Casas Zamora, ex vicepresidente costarricense e investigador asociado del Brooking Institute de Washington, la violencia no se debe a una sola causa. La debilidad del Estado, Âque no es capaz de ejercer control efectivo sobre su territorioÂ, la arraigada tradición de impunidad y la penetración del narcotráfico son circunstancias que hacen de Guatemala una nación con severos problemas de fragilidad institucional.
"A efectos de aplicar la ley, el Estado no funciona. No es un Estado fallido porque allí se puede cambiar un cheque, ir al banco, eso más o menos funciona. Pero es una nación donde no hay justicia, en la que la aplicación de la ley y el Estado de derecho han prácticamente cesado de operar", señala Casas Zamora.
Carlos Malamud, investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano de España agrega: "Guatemala no es un Estado fallido, pero está cerca de serlo". A esta suma de factores, el experto añadió la difícil situación social marcada por la gran desigualdad y la pobreza extendidas en el país.
"La debilidad social institucional no es casual, en uno de los países latinoamericanos donde la presión fiscal es muy pobre, eso perjudica al Estado y facilita el auge de la violencia", dijo el investigador quien añadió que en los últimos años y a partir del inicio de la guerra contra el narcotráfico en México algunos de los carteles de ese país se han trasladado a Guatemala.
"Es alarmante cómo el Estado perdió el control. El Petén, que es la zona norte del país, está...
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