La bandera es una obra en proceso en la propuesta de Karin Schneider

A la muestra Gestell/Gestall abierta en Caracas de la artista brasileña-estadounidense Karin Schneider no se entra por la puerta de la sala Periférico Caracas, sino por un cuartito contiguo que sirve de depósito. La intención de la creadora es trastocar el esquema de la exposición tradicional para involucrar más al espectador La suya no es una exhibición cualquiera. Exige la participación directa de quien la mira, pues se trata de una obra en proceso. Lo primero que sorprende a quien llega a esta curaduría de Jesús Fuenmayor es encontrarse en un taller de cerámica, con torno y horno incluidos. La arcilla, dispuesta sobre un mesón, invita a ensuciarse las manos. Allí coinciden tanto cera mistas reconocidos como los visitantes, quienes tienen la oportunidad de crear una pieza propia. El único requisito es que pueda ser pintada de azul y que no se la lleven a casa. Lo del color no es un capricho. Las creaciones tanto del público como de los artistas invitados son colocadas en una vitrina en medio de la sala, entre dos murales unicolores, uno amarillo y otro rojo. La intención de la artista es recomponer la bandera nacional. Pienso que en la sociedad venezolana, estos colores fueron internalizados por las personas. Son un signo cuyo valor va más allá de la nacionalidad. Sobre la franja amarilla se proyectan imágenes de obras cinéticas, tomadas en la avenida...

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