El rábano y las hojas

Sin pena ni gloria, tal como estaba previsto, el jueves se desarrolló tranquilamente la sesión de la Asamblea Nacional con la que culminó el primer acto del gran drama nacional que, por cierto, no es de ningún modo de carácter electoral. Mañana martes se cerrará la escenificación de este último esfuerzo del régimen por transformar, según sostuvo la diputada oficialista Blanca Eekhout en su discurso, el modelo económico y ético del país.La oposición también cumplió el papel que le había reservado su dirigencia, resuelta a eludir una vez más cualquier tropiezo que ponga en peligro la celebración de esas elecciones municipales del 8 de diciembre, que en estos momentos luce ser la única razón real de su existencia. Por eso, desde la anomia colectiva y voluntaria de la dirigencia opositora, Ramón Guillermo Aveledo se limitó a enjuiciar la aprobación inicial del proyecto de ley recurriendo a un reiterado lugar común, la habilitante acentuará el mal que pretende corregir, que nada explica ni en nada orienta a la sociedad civil, aunque para eso es que sirven los dirigentes políticos. Y, como siempre, para no hacer él ni ningún otro dirigente o diputado asistente a la sesión del jueves en la AN la más leve alusión al meollo del asunto, es decir, a la desaparición definitiva del modelo de una sociedad que agoniza lenta pero inexorablemente para dar a luz otra muy parecida a la cubana, todos guardan silencio. De ahí que los dos términos que debían ocupar el principal espacio opositor en el actual dilema político, democracia o socialismo marxista-leninista, han desaparecido, ¿hasta cuándo?, del vocabulario de la dirigencia opositora.El fin de este falso debate so bre la ley habilitante, cuyo primer decreto-ley, sin duda redactado por los asesores nacionales y extranjeros de Nicolás Maduro en las penumbras de algún salón del Palacio de Miraflores, será para restringir categóricamente los precios de todos los productos que se pongan a la venta y el margen máximo de ganancia que se pueden fijar los comerciantes que sobrevivan a este sacudón. Y marcará el comienzo de una nueva etapa del proceso, circunstancia que obligará a partir de hoy, a quien aspire a continuar siendo o quiera llegar a ser dirigente opositor, a modificar sustancialmente su discurso y su manera de actuar.Les guste o no, los ciudadanos que rechazan la deriva política de Venezuela hacia un destino que no desean obligan a políticos y dirigentes de la oposición a repensar su...

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